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This entry was posted on febrero 1, 2008 at 1:31 pm and is filed under projects in process. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
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febrero 5, 2008 a las 11:06 am |
Hola. Una pregunta que me surge en la cabeza cuando veo esas «intervenciones» es ¿Quién y en qué estado mental las habrá hecho?
Porque hay que ser reaccionaria/o y verdaderamente no respetar absolutamente nada para que el único aporte que se hace a una obra de arte colectiva sea pisotear y ensuciar vilmente el trabajo de lxs demás con unas opiniones sobre el trabajo ya elaborado que distan mucho de ser razonables, justas o siquiera artísticas.
No hubiera sido más fácil sentarse a hablar sobre los sentimientos que les provocaba el mural? más sensato hablar directamente con la persona responsable de «semejante ofensa»?
Porque sólo la rabia y la ignorancia pueden despertar este tipo de reacciones, me queda como única explicación que las personas que han preferido expresar sus opiniones directamente encima de la obra antes que hablar o incluso aportar algo de arte, sólo pueden ser gentuza que
1º > no deberían tener acceso a centro sociales donde el diálogo es una base,
2º > deberían ser castigadas o bien con el silencio o bien con la indiferencia (cuando la comunicación queda inutilizada poco queda ya aparte de la violencia), y
3º > merece que sus nombres figuren cerca de la obra para que toda la gente que la vea sepa perfectamente quiénes son tan intransigentes como para destruir todo aquello que no baila al son de sus estrechísimas mentes. Así se podría evitar que otras personas (ingénuas o no) vuelvan a depositar su confianza en personas que parecen «buenan» pero que en realidad no lo son.
El mural es una pasada, no encuentro nada ofensivo en él. Y no es porque yo sea del Opus Dei o de la conferencia episcopal y el aborto me parezca una aberración. Yo he abortado en una ocasión sin nigún tipo de cargo de conciencia, pero también quiero ser madre, algún día y la visión de una mujer embarazada me resulta, además de erotizante, bonita.
Un ser con tetas y bigote, más que desconcertarme o subirme los humos, me pone caliente, y si voy un poco más allá, me parece que retrata una faceta del género que durante mucho tiempo ha estado marginada, abolida. Claro que en ciertos círculos feministoides (no feministas, el feminismo es otra cosa) en los que «el hombre» es básicamente el total enemigo, levanta ampollas saber que hay algunas mujeres que deciden ser hombres.
Sobre la frase de «por qué queremos decir queer si es patriarcal?» no voy a decir nada, la palabra patriarcal se ha manipulado tanto para utilizarla como constante arma arrojadiza que ya me aburió el debate y quien no haya comprendido hasta ahora que no todos los hombres son «patriarcas» ni todas las mujeres «matriarcas» es que no ha comprendido nada.
Por otro lado transformar el símbolo de la mujer (segunda imagen, delante de la cara de la mujer embarazada) en una cruz celta, usada acutalmente por los grupos neonazis y de ultraderecha, me parece cuanto menos revelador del verdadero sentido ideológico de las personas que han hecho esas pintadas sobre el mural, que no creo que sean siquiera conscientes de su verdadera ideología…
Todo esto en general me resulta muy triste, pero sobre esa tristeza se superpone la alegría de pensar que hay un grupo de personas dispuestas a a crear arte colectivo y que además lo están haciendo muy bien. Así que ánimos a todxs, vosotrxs tenéis el poder!!
Un abrazo muy fuerte
Diana
febrero 12, 2008 a las 6:17 pm |
Sí, el problema es que estas supuestas feministas, se han erigido como comité moral de sus alrededores, porque mucho más allá no llegan la verdad, y de manera incomprensible se las ha tomado en serio. En espacios supuestamente antiautoritarios ellas ejercen su poder y su autoridad recordando a lo peor del patriarcado, imponiendo por la fuerza lo que tienes que pensar porque sí o en este caso porque yo soy feminista y soy la que tengo la verdad.
No nos olvidemos que el enemigo de estas valientes, que no son capaces de argumentar seriamente sus actuaciones, y mucho menos hablar de frente, no es el patriarcado como dicen recurrentemente, sino las personas y los colectivos que frecuentan, la gente que tienen cerca, y que sus aliados son todos los que callan, como aterrorizados cuando escuchan la palabra sexista, feminista, agresión… en boca de alguien que dice llamarse feminista y que no tiene tiempo para perder con la plebe.
Sólo hacen daño, parten, dividen, machacan, destruyen pero no el patriarcado, sino a las personas y colectivos que tienen cerca. Ésta es su razón de existir, y a partir de esto se hacen llamar feministas.
Agueda
(feminista y víctima de las feministonas)
febrero 13, 2008 a las 5:48 am |
No conozco el caso directamente pero aún así siento la obligación d responder a tales argumentaciones. En primer lugar, la necesidad del diálogo ciudadanista ante lo que se considera una agresión es una falacia de la democracia que no resuelve los conflictos. En segundo lugar lo alternativo no es un inmunizador contra la basura que tantas veces reproducimos, por lo cual la crítica y la acción directa es totalmente lícita. Y por último, entender el feminismo de forma maniquea fruto de resentimientos o lo que sea que se adivina bajo el victimismo manifiesto desvia la atención de la crítica expresada con tal acción a cuestiones concretas.
febrero 13, 2008 a las 1:52 pm |
La crítica y la acción directa son lícitas, por supeusto, pero siempre y cuando no haya otra alternativa más constructiva, el diálogo, opr ejemplo. Sobretodo si s trata de personas que se concen entre sí y que tienen una relación teóricamente amistosa.
La crítica expresada con esas intervenciones no es tal en realidad, pues no se les ha dado a lxs artistas la posibilidad de comprenderla, además de que se trata de una forma de crítica que destruye lo que está criticando. En realidad no es una crítica sino un encubrimiento violento de problemas personales, que muy poco tienen que ver con el feminismo.
Te invito a conocer el caso directamente, quizás así sea mejor comprendido.
Un saludo
marzo 2, 2011 a las 11:57 am |
[…] ceder una de sus paredes para realizar arte colectivo. Aquí podéis ver el resultado artístico, y aquí lo que le sucedió al arte tras pasar por la mano de unas retrasadas mentales que decidieron que el […]